Sincronicidades y leyes universales
- Hernán Peña
- 18 sept 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 11 jun 2022
¿Cuántas veces te has sorprendido al experimentar extraordinarias coincidencias? Seguramente has pensado alguna vez en alguien y de repente te llega un mensaje o llamada de esa misma persona, o has tenido sueños y pensamientos premonitorios que luego se reflejan explícitamente en lo denso, en tu vida cotidiana, cual mágicas señales enviadas por el universo.

Carl Gustav Jung, psiquiatra y ensayista suizo, fundador de la escuela de psicología analítica, investigó este fenómeno al que llamó sincronicidad. ¿A qué responde este fenómeno? ¿Y cómo se relaciona con la cosmosociología y las leyes universales?
Qué es la sincronicidad
Carl Gustav Jung la describió en profundidad en el año 1952 en su obra Sincronicidad como principio de conexiones acausales, publicado junto a una monografía de Wolfgang Pauli, físico teórico y premio Nobel austríaco, llamada La influencia de las ideas arquetípicas en las teorías científicas de Kepler. Con ello, ambos cooperaron para reflejar el vínculo entre la mente humana y la materia, la psicología y la física, entre otras disciplinas considerando principios naturales.
En aquella publicación Carl Gustav Jung eligió el término «sincronicidad» para hacer referencia a la «coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar». También lo diferenció del término «sincronismo», el cual «constituye la mera simultaneidad de dos sucesos».
Si bien ambos vocablos comparten raíces griegas como συν- (unión, con, junto, a la vez) y χρόνος (tiempo), estas se diferencian en cuanto a que una sincronicidad denota el vínculo de dos elementos no por una relación de causa-efecto entre ellos ni una mera simultaneidad, sino por su sentido, de maneras mucho más profundas, sutiles, sean estas comprendidas o no por quien las observa y/o experimenta.

Sobre la naturaleza de las sincronicidades
Jung describe distintos tipos de sincronicidades según las características de los factores intervinientes: entre un contenido inconsciente al cual accedemos conscientemente de manera directa o simbolizada (pensamientos, ideas o sueños, por ejemplo) y hechos concretos externos que coinciden con aquel contenido psíquico, los cuales pueden incluso ocurrir de manera distante, espacial y temporalmente, a quien lo experimenta.
A esta categoría de experiencias pertenecen los casos en los que al estar pensando en alguna temática o situación encuentras respuestas a ello en canciones, conversaciones ajenas a tu alrededor o publicaciones relacionadas con ese tema, cuando conoces a la persona correcta en el momento exacto u observas las mismas señales, imágenes o simbologías repetidos constantemente.
Las señales del universo
Las señales del universo existen, y estas son esos puntos llamados sincronicidades en los que convergen lo sutil y lo denso, la mente y la materia, elementos de diversas índoles y densidades. En ellas los significados que les damos a las cosas, nuestros recuerdos, modelos y símbolos que utilizamos están unificados a objetos de nuestro día a día, que podemos experimentar y conmensurar. Cada sincronicidad tiene un significado particular, distinto para cada uno que las observa, ya que en ello intervienen los significantes de cada uno, su pasado, expectativas y propósitos en un momento determinado.

Este tipo de fenómeno no encuentra acogida ni explicación en el mecanicismo, el paradigma imperante en la sociedad actual, y en muchas de sus ciencias y disciplinas. El paradigma mecanicista afirma que la realidad está compuesta de elementos relacionados, influenciados e influyentes sólo para con elementos circundantes inmediatos, relación únicamente de carácter físico, negando y no dando respuesta a otros tipos de interacciones e influencias “no lineales”. Por ende, en la cosmosociología no nos basamos en este paradigma ya que es ineficiente en su explicación y aplicación en fenómenos como el que estamos aquí analizando.
Cosmosociología y leyes universales implicadas en las sincronicidades

La idea de la sincronicidad se remonta a cosmovisiones, filosofías y conocimientos herméticos antiguos, los cuales derivaron en aplicaciones como los oráculos, entre otras. Aquello ha sido explorado, por ejemplo, por el hinduismo que entiende que todo es una manifestación de lo divino, sutil, en lo denso, evidenciando la conexión fundamental de todos en el universo. Platón también describió en su teoría de las ideas al “mundo inteligible”, donde las ideas allí existentes generan las estructuras en la dimensión material, el “mundo sensible”, es decir, las cosas materiales que percibimos a través de los sentidos. A su vez, la comprensión de los pueblos indígenas, como los americanos, consideran al humano y su realidad como un lienzo en el cual se plasma la propia dinámica del universo, por lo que las sincronicidades se interpretan como una señal de lo coherente o no de nuestras decisiones y los caminos recorridos para lograr lo deseado.
La idea que el paradigma cosmosociológico evoca es justamente que el universo tiene un orden específico, natural, ordenado a través de leyes universales, las cuales rigen y se aplican a todo, incluyendo al ser humano y sus relaciones, en todos sus niveles, sean conscientes de ellas o no. De hecho, al igual que Jung, el físico Wolfgang Pauli reflejó en aquella publicación antes mencionada que la sincronicidad era una de las expresiones que caracterizaban al unus mundus, una realidad subyacente unificada desde la cual todo emerge y retorna constantemente.

Aquel concepto que remite, por ejemplo, a las enseñanzas de alquimistas como Paracelso alude a la ley o principio de organización, el cual expresa que todo tiene un orden y que incluso el aparente caos no es más que un orden no comprendido. Ello da lugar y explica la existencia de las sincronicidades, dado que estos órdenes (y las relaciones que implica entre todos sus elementos) vienen dados por los atractores, los cuales le dan sentido y dirección específica al sistema y sus conformantes. Es decir, una sincronicidad ocurre como fenómeno emergente del orden impreso en una situación por un atractor, respecto a los cuales desde la cosmosociología identificamos a los propósitos como los más potentes y eficientes a considerar. Esto también pone de manifiesto la ley o principio de correspondencia, que dice que «como es arriba es abajo, como es adentro es afuera»: ese orden sutil se fractaliza en toda una situación reflejando una misma información, sentido y organización.
Las sincronicidades no ocurren, por ende, solo a nivel individual como fenómeno emergente de la organización, mentalismo y coherencia en la cotidianeidad de nuestras vidas, sino también en otros como a niveles más amplios y abarcativos. Khalil Bascary ha ahondado en este tema respecto a la mente colectiva, experiencias y aplicaciones en su conferencia La gran conexión que facilitó en la UNA Puno (Perú). Allí compartió ejemplos de sincronicidades y diversos fenómenos como el de los múltiples (minuto 41:30), el cual describe la aparición de ideas en la humanidad de manera casi simultánea en personas de distintos países, que no se conocen entre sí. Un caso de ello es el de Isaac Newton y Gottfried Leibniz, quienes descubrieron el cálculo diferencial prácticamente en la misma semana estando cada uno en lugares distintos del mundo.
Sincronicidades en el Congreso de CosmoSociología
Las sincronicidades son muy importantes para analizar qué tan sincronizados estamos con el tiempo y el espacio en relación al atractor de una situación y, por ende, qué estamos fractalizando en nuestra realidad. Cuando te propones algo en tu vida, si estas son afines, es una buena señal de que el universo te sigue y resuena contigo, con tu pensamiento, palabra, emoción y acción. Si no, las sincronicidades reflejarán que estás en disonancia con lo que en teoría te has propuesto y hay cosas que revisar y corregir en ese proceso.
En el Organismo de Investigación y Aplicación de CosmoSociología hemos organizado el internacional 1° Congreso de CosmoSociología (agosto de 2021), un gran propósito grupal en el que participaron miles de personas. El mismo ha sido un importantísimo atractor para todos nosotros y hemos experimentado una serie de impresionantes sincronicidades antes, durante y luego de haberlo concretado, las cuales analizamos en el siguiente video:
⭐ Indudablemente lo generado en el 1° Congreso de CosmoSociología ha sido mágico. ¡Y aún tienes la oportunidad de disfrutar de este evento histórico!
Hernán Peña
Investigador y difusor de las leyes universales Editor: Khalil Bascary
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